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domingo, 14 de abril de 2013

SE ACERCA EL MOMENTO ¿A QUE ME ENFRENTO?

Se va acercando el momento....


LLevo toda la semana  reduciendo el número diario de cigarros. Empecé la semana como una semana cualquiera, fumándome alrededor de una cajetilla diaria (20 cigarros).  Decido ponerme fecha el martes y empezar a reducir el numero de cigarros a partir del Miércoles. De 20 paso a 10.  9 el Jueves. 8 el Viernes. 5 el Sábado.
 La fecha elegida es el Martes 16 de Abril, una fecha fácil de recordar, es el cumple de mi hermano... Pero he decidido que éste será mi último paquete y apenas quedan cigarros. 
Hoy llevo tres cigarros. Son las 10:30 de la noche y en el paquete queda un último cigarro..... MI ULTIMO CIGARRO.

Fumármelo hoy significaría adelantar dos días la fecha elegida, pero que le voy a hacer. Decidí que este fuese mi último paquete.. Me lo fumaré en cuanto termine este post....


 Me había "preparado" sicológicamente para que fuese el Martes... pero intentare no fumar mañana. Intentaré no fumar más después de este cigarro.

Creo que sicológicamente estoy preparado. He conseguido irme de casa sin la fobia de quedarme sin tabaco. Tanto el viernes como el sábado he salido de casa sin tabaco, sabiendo que iba a pasar horas fuera.
Hoy hemos estado montando en bici (8 horas fuera de  casa) y me he ido sin tabaco. He superado esa sensación de Yonki, esa inseguridad y angustia de quedarte sin tabaco.
Haber como paso el "mono físico". Dicen que es lo más fácil, que en tres o cuatro días lo has pasado..

Creo que durante el día estaré bien, estaré entretenido en el curro. Creo que lo pasaré peor por la noche, en casa, después de cenar y acostar a los enanos. Ya fue el cigarro que más me costó dejar la vez anterior y cuando peor lo pasaba...
Intentaré cambiar algunos hábitos y situaciones que me "inciten" a fumar o me recuerden situaciones en las que siempre he fumado.

Bueno, no me enrollo más.. Me voy a fumar mi último cigarro. Voy a hablar con él antes de fumármelo. Le voy a decir que va a ser el último pero que le voy a disfrutar. Que no le echaré de menos y que voy a vencer esta batalla.
Voy a conservar este último paquete, que estuvimos decorando en casa el otro día. Lo llevaré conmigo los primeros días, para que me recuerde mi compromiso y las razones que me han llevado a tomar esta decisión, seguramente una de las más importantes que pueda tomar a estas alturas de mi vida.

Lo peor viene ahora, sé a qué me enfrento, pero no lo he vivido antes, mi vez anterior fue sin sufrimiento...

Os dejo un articulo interesante que me ha servido para preparar este momento:

¿Qué le pasa al cuerpo cuando se deja de fumar?

¿Qué le pasa al cuerpo cuando se deja de fumar?

Reuniones, descansos, cafés con los compañeros, comidas de trabajo, cenas de amigos... La vida diaria está constantemente poniendo zancadillas al fumador para que se resista a dejarlo. Hay estudios que demuestran que el 60% de los cigarros que se fuman se hace por motivos sociales. Así que el fumador que quiera dejar de serlo debe estar preparado para decir "no" a estas situaciones.
De todos es sabido que perjudica seriamente la salud. Tal vez si sabe que a los pocos minutos de haber dejado el mal hábito su cuerpo ya empieza a notar los beneficios de los que disfruta cualquier persona no fumadora, se aventuraría a dejarlo antes. El tabaco produce una intoxicación en el organismo que invita a que aparezcan enfermedades cardiovasculares, en la piel, en el aparato digestivo y unos cuantos cánceres, con el de pulmón por bandera. Para los que crean que fumando menos el daño es menor, están equivocados.
Un fumador siente la necesidad de fumar por los valores estimulantes o sedativos que le produce inhalar tabaco, ya que la nicotina estimula las glándulas suprarrenales que producen adrenalina en la sangre. Cualquier persona que quiera dejar el tabaco debe planteárselo desde diversos frentes: no sólo debe preocuparle la ansiedad que le provoca, sino que debe afrontar la dependencia social y psicológica que le ata a unos cuantos cigarrillos. Rodrigo Córdoba, portavoz del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, recuerda que el mono físico puede vencerse antes de los dos meses. El psicológico es el más problemático: “dura toda la vida”. Cualquier ex fumador no debe bajar nunca la guardia. “Una sola calada podría volver a engancharlo al hábito”. Hay que descartar la idea de que "por uno que me fume no pasa nada". Ésta es una de las principales tentaciones del ex fumador y el "motivo más frecuente de recaídas", recuerda Córdoba.
Los daños que puede provocar el tabaco en el cuerpo son “reversibles” si se abandona el hábito antes de los 40. Pasada esa franja, “el cuerpo no se sigue deteriorando, pero los daños son irreversibles”. Nadie debe culpar al dejar de fumar como alguno de los problemas. Fumar no arregla ningún problema, solamente los crea, y bastante serios.
A continuación, una guía detallada sobre cómo se ‘limpia’ automáticamente el cuerpo en cuanto su dueño impone que el fumar ya es cosa del pasado.
20 minutos. Sorprendentemente, una vez que dejas de fumar el organismo comienza a curarse en cuestión de minutos. La tensión arterial y el pulso se normalizan a los pocos minutos.
24 horas. El monóxido de carbono ha desaparecido del organismo y los pulmones empiezan a trabajar para eliminar las partículas acumuladas. A estas alturas, ya se respira mejor.
48 horas. Las terminaciones nerviosas se ajustan a la ausencia de nicotina y las habilidades y sensaciones del gusto y del olfato empiezan a volver.
72 horas. El paso del aire que va hacia los pulmones se facilita, ya que los conductos que lo llevan se relajan, haciendo que la respiración se haga más fácil y que aumenten los niveles de energía.
De 2 a 12 semanas. La circulación y la tolerancia al ejercicio comienzan a mejorar.
De 3 a 9 meses. La función pulmonar aumenta un 10% y la tos y la dificultad para respirar comienzan a disminuir. Se está más en forma y más fuerte.
1 año. El riesgo de enfermedad cardiaca desciende a la mitad del de un fumador. Eso significa que has reducido a la mitad las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
10 años. El riesgo de cáncer de pulmón disminuye a menos de la mitad de aquellos que continúan fumando y disminuye la incidencia de otros cánceres (de boca, de garganta, de esófago, de vejiga, de riñón y de páncreas).
15 años. El riesgo de ataque al corazón es igual al de una persona que nunca ha fumado.


Suena bastante bien no??   Hasta luego... Ya os contaré...

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